Poeta, por favor dame un vistazo a tu cabeza. Quiero ver esas ideas tuyas, y ser parte de todas las historias que me cuentas. Tus recuerdos de la niñez, tus deseos más oscuros, y cada uno de esos sueños de noche que no le cuentas a nadie. Y hasta de los pecados imperdonables que cometiste. Quiero ver tu mirada, tu sonrisa, y quiero tener tu amor sin ir de prisa. Incluso cuando sé que esta locura me mata y me amotina, solo de saber que no te tengo conmigo, y la paciencia no es una de mis grandes virtudes. Y sé que no eres más que fantasía, un misterio y mi agonía. Porque miro hacia el cielo, perdida en mis pensamientos sobre lo que quiero que sea, y no será. Desde aquí el mismo infierno parece un mejor lugar que esta maldita soledad. Porque cualquier cosa es mejor que otro día sin ti en este mundo cruel. Aceptaría tortura eterna si con eso te olvidara, pero ni cien años en el purgatorio lograrían que perdiera la memoria de tus besos, tu piel, de tus caricias. Porque te llevo tan dentro, que me matas desde adentro. Pero tu amor, me regresa el alma al cuerpo. Solo de escuchar tu voz, el dolor es reemplazado con anhelo, y hasta desesperación. Desafiaría al mismo cielo, y hasta pactaría con el mismo diablo para tenerte en mis brazos una noche más. Y si esa fuera la última, junto a tí, moriría en paz.

No hay comentarios:
Publicar un comentario