17 de febrero de 2021

Voices in my head - Lyriel (traducción).


Todas las diferentes, ruidosas, fuertes y rudas
Voces en mi mente, me persiguen, para hacerme quebrar
Oh no puedo resistime ni a una, tentándome a decir, a ver
A dar, y yo obedezco

Cuando cambio de opinión
Están atadas a mí,
Empujándome hacia el agua
Fría, oscura y hermosa
No estoy sola
Están conmigo cuando las necesito,
En mi

Tranquilo es el mar de la tentación y hermoso
Su oscuro y frío abrazo
En paz, respiro la necesidad de estar con él
Y probar su gracia
Tranquilo es el mar de la tentación y hermoso
Su oscuro y frío abrazo
En paz, respiro la necesidad de estar con él
Y probar su gracia

Al principio, creí que desperdiciaría mi vida
Escuchando las voces en mi cabeza, no me resisto
Pero con cada día yo sé que hay
Algo más en cada vida arruinada
Así que, obedezco

Cuando cambio de opinión
Están atadas a mí,
Empujándome hacia el agua
Fría, oscura y hermosa
No estoy sola
Están conmigo cuando las necesito,
En mi

Tranquilo es el mar de la tentación y hermoso
Su oscuro y frío abrazo
En paz, respiro la necesidad de estar con él
Y probar su gracia
Tranquilo es el mar de la tentación y hermoso
Su oscuro y frío abrazo
En paz, respiro la necesidad de estar con él
Y probar su gracia

9 de febrero de 2021

Poeta.

Poeta, por favor dame un vistazo a tu cabeza. Quiero ver esas ideas tuyas, y ser parte de todas las historias que me cuentas. Tus recuerdos de la niñez, tus deseos más oscuros, y cada uno de esos sueños de noche que no le cuentas a nadie. Y hasta de los pecados imperdonables que cometiste. Quiero ver tu mirada, tu sonrisa, y quiero tener tu amor sin ir de prisa. Incluso cuando sé que esta locura me mata y me amotina, solo de saber que no te tengo conmigo, y la paciencia no es una de mis grandes virtudes. Y sé que no eres más que fantasía, un misterio y mi agonía. Porque miro hacia el cielo, perdida en mis pensamientos sobre lo que quiero que sea, y no será. Desde aquí el mismo infierno parece un mejor lugar que esta maldita soledad. Porque cualquier cosa es mejor que otro día sin ti en este mundo cruel. Aceptaría tortura eterna si con eso te olvidara, pero ni cien años en el purgatorio lograrían que perdiera la memoria de tus besos, tu piel, de tus caricias. Porque te llevo tan dentro, que me matas desde adentro. Pero tu amor, me regresa el alma al cuerpo. Solo de escuchar tu voz, el dolor es reemplazado con anhelo, y hasta desesperación. Desafiaría al mismo cielo, y hasta pactaría con el mismo diablo para tenerte en mis brazos una noche más. Y si esa fuera la última, junto a tí, moriría en paz.

8 de febrero de 2021

Dolor y tentación.

Duele. No de vez en cuando, no algunas veces. Siempre duele. Duele pensar. No es necesario entrar en detalles, pero si quieres lo puedo hacer. Sucede que a veces me pregunto si piensas en mí. Aunque claro, todos nos hacemos la misma pregunta. Si le robamos el sueño a alguien. Y no a cualquiera, si no aquella persona que nos lo quita a nosotros. Esa es la pregunta, la incógnita. La razón por la que yo ya no puedo dormir. No te conozco, ni sé quién eres. De lo único que soy consciente es de la falta que me haces en este plano. Del amor que te profeso, y no sé si me correspondes. O si este sentimiento no es más que otra de esas mentiras literarias que ya me acostumbré a contar. De esas blasfemias filosóficas que tanto me gusta redactar. De los poemas y canciones sin rimas que te intento dedicar. De esas cartas sin destinatario que me gusta enviar, solo para que piensen que como tonto enamorado olvidé completar, cuando nunca supe a quienes se las tenía que enviar. Al fin y al cabo, parece que no eres más que un ideal, un fantasma de un futuro pasado que no se cansa de dar vueltas sobre lo que nunca pasó, ni nunca será. De la serie de eventos desafortunados que desencadenaría un encuentro apasionado entre ambos. Todas las cosas que estaríamos apostando, más todas las cosas que vamos a perder, me hacen pensar que sería mejor que te quedes donde estás. ¿Para qué nos vamos a complicar con ese encuentro trascendental? Si al fin y al cabo no hay diferencia si yo te odio o te amo, si tu me amas o me odias. Porque Shakespeare una vez dijo que “[...] Estos transportes violentos tienen un fin igualmente violento y mueren en pleno triunfo, como el fuego y la pólvora, que, al besarse, se consumen [...]”, y cada vez que pienso en caer en esa locura, intento recordar esto, el sabio consejo de un libro con un trágico final. Es mucha la tentación, tengo que admitir, pero seré más fuerte y me sobrepondré al dolor que causa esta incertidumbre, pues es mejor morir en soledad, que vivir con el corazón hecho trizas, sintiéndote solo en la ausencia del amor que te juraron en un principio. Así, una vez más, me elijo a mí mismo antes que a tí, porque al fin y al cabo solo eres eso, un sueño borroso, y nada más. Y tarde o temprano, uno se acostumbra al dolor lo suficiente, como para seguir sin mirar atrás.