¿Por qué será que es tan difícil ver al tiempo marchar? Saber cómo pierdo todo en este juego de azar. Tengo claro que estás lejos, y que no te puedo tener. Pero te siento cerca, tan cerca, que casi te puedo tocar. No sé a qué estamos esperando para terminar con esta farsa, con esta agonía que nos va matando día tras día. Ya basta, tenemos que parar. O todo este deseo, y estas ganas nos van a matar. Pasan las horas, y mi anhelo solo crece, ya no puedo ver la hora en la que pueda tenerte. Recostarme en tu cama, mirarte de frente, moverme gritando tu nombre. Pensar en todas las cosas que quiero decirte, pero voy a callarme. En todo lo que siento, pero me guardo, presa del miedo de que no sientas lo mismo. Que se termine este sueño que es tu boca, el pecado que es tu piel. Aunque te cometería mil veces más, nada me podría parar. Ni siquiera el miedo a la condena de muerte, tortura y pena, ni al mismísimo infierno en que pudiera caer. Al fin y al cabo, eres mi única adicción, mi única obsesión. No sé por qué quise olvidarte, si no puedo arrancarte, no puedo sacarte. Estás grabado en mi mente, grabado en mi carne. Tu nombre acecha mis sueños, cual pesadilla recurrente. Me despierto y miro el techo, sola en mi cuarto, preguntándome si se detendría si estuvieras a mi lado. Mi primer impulso es llamarte, pero sé lo que vas a decir. Que me deje de dramas, si no podemos acortar esta distancia, que no vas a hacer promesas si no podés cumplirlas. Pero, sin ser nada, me das todo, más no te puedo pedir. Porque en este infierno, mi único tormento es no tenerte junto a mí. Qué calamidad, más que triste es estar en este plano sin poderte probar. Sintiendo que el mundo y esta soledad se han llevado mi cordura, la poca que me quedaba antes de cometer esta locura. De enamorarme de tí, que no eres más que un sueño. De mi imaginación, otro tormento. Pero el más hermoso de todos los verdugos que he tenido en este cuento, y aunque seas un mero sueño, un personaje que yo sola me invento, para sobrevivir en mi propia historia y a todas las demás. A esta mentira literaria que yo misma me conté. A este crimen pasional que pronto he de cometer. Porque si yo no te tengo, nadie te va a tener. Aunque seas solo un sueño, y no haya nada que hacer.

No hay comentarios:
Publicar un comentario